Muchas veces, cuando nos vamos de compras nos fijamos en nuestro cuerpo y no en los detalles…¿qué quiero decir con esto? que solo prestamos atención a aspectos superficiales como: este vestido me hace unas caderas enormes o estos pantalones me estilizan una barbaridad, este jersey me hace mucho pecho o esta falda me hace paticorta…os suena todo esto ¿a que sí? La mayoría de veces nos olvidamos de aspectos tan importantes como nuestro cuello o clavícula, que poteciandolo con las prendas y adornos adecuados, se pueden convertir en importantes armas de seducción 😉

Conocer bien la longitud y forma de nuestro cuello, no sólo afecta a la elección de los pañuelos o pasminas, sino también a la elección de vestidos, blusas, camisetas, jerséis, vestidos, chaquetas, detalles de las mismas…

Por ejemplo, si tu cuello es largo y fino eres una gran privilegiada ya que puedes llevar cualquier estilo de escote y cuello y sólo tendrías que tener en cuenta el volumen de tu pecho. Con un cuello de estas características puedes elegir una blusa con un escote pronunciado o con un escote recto; un jersey de cuello vuelto o con adornos como aplicaciones de pedrería; un vestido con escote corazón o una chaqueta con amplias solapas; los pañuelos y fulares los puedes llevar tanto alrededor del cuello como por los hombros. Las gargantillas de estilo barroco te quedan de fábula, al igual que un maravilloso y largo collar de perlas. Si tienes la suerte de un cuello largo y fino como el de Anne Hathaway puedes ponerte cualquier cosa. ¡Todo te quedará bien!

Las personas con el cuello cortito tienen que prestar más atención a las prendas superiores que se ponen. Como la longitud del cuello no es muy larga hay que evitar los cuellos muy elaborados como un cuello fantasía, el cuello vuelto o cualquier top que se ate al cuello, los cuellos muy subidos…tenemos que conseguir el efecto óptico de alargamiento con escotes pronunciados como un escote en pico o uno redondo muy bajo, y profundidad con escotes rectos y anchos, como el escote capa, palabra de honor, escote corazón. Los detalles en esta parte del cuerpo deben ser lo más sencillos posibles y de estilo minimalista, nada de piel, grandes trabillas o detalles barrocos, que lo único que conseguiría sería aportar volumen y por consiguiente, acortamiento del cuello. Las solapas de las chaquetas deben ser estrechitas y alargadas de tejidos ligeros y opacos. Los collares deben ser también de estilo minimalista y mejor que sean de longitud de media a larga, que cortos, como una gargantilla. Con un collar largo se consigue alargar el cuello de una manera bárbara 😉 Los pendientes también mejor que sean largos. Los fulares, siempre, deben colgarse del cuello, nunca puestos alrededor del mismo.

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