Cuando miras atrás, recordando el pasado, haciendo hincapié en el pasado siglo XX y en el que nos encontramos ahora, es sorprendente la evolución de la mujer tanto a nivel profesional como personal en aspectos como el estilo, la moda o la belleza. Seguramente, recordaréis como yo, las típicas frases que solían decir nuestras madres “ Yo ya no tengo edad de llevar esa mini-falda” cuando apenas rozaban los 40, pero hoy en día todo es diferente, con los avances en el campo de la nutrición, la cosmética, la medicina estética o la aparatología, los 30 son los nuevos 20, los 40 son los nuevos 30 y los 50 son los nuevos 40, o si no que se lo pregunten a actrices tan bellas como Maribel Verdú, Demi Moore o Kate Moss, mujeres que no aparentan para nada su edad, mujeres que parece que han hecho un pacto con el Diablo.

Esta nueva juventud que muchas veces, por no decir siempre, se ve amenazada por el estrés, la falta de sueño o el escaso tiempo que hay para comer bien, ha permitodo que las mujeres de más de 20 ganen libertad, belleza, aumento y mantenimiento de su luminosidad. Ahora es totalmente normal ver a mujeres de 40 años luciendo preciosos vestidos entallados a la rodilla con unas piernas de infarto o a mujeres de más de 50 con blusas y tops sin mangas luciendo brazos tonificados y fuertes. Las mujeres hemos ganado independencia y fuerza.

Con 20 años te atreves a llevar lo que sea, por muy escotado, corto o recargado que sea, no hay lugar para las verguenzas y sí para la experimentación, el atrevimiento y la osadia. A esta edad todo está permitido, hasta las combinaciones más imposibles.

Siempre me han dicho que la década de los 30 es la más feliz y plena para la mujer, y por ahora, he de decir, que no van muy mal encaminados. Con esta edad, el estilo y nuestro gusto está más asentado, sabemos lo que queremos y cómo conseguirlo, aunque la crisis siga golpeándonos fuerte para no lograr nuestros objetivos, somos positivas y sabemos ganar la batalla a cualquier obstáculo por muy grande que sea.

A los 30 las mini-faldas nos quedan de impresión, pero también las faldas lápiz, algo que a los 20 nos parecía de señora mayor, la llevamos como nadie combinada con una camiseta de estilo rockero y unos salones flúor. Los pitillos de cuero no se nos resisten y las faldas midi se han convertido en un aliado en las tardes más frescas del verano.

Cuando era una cría, veía a las mujeres de 40 como mujeres mayores, y que equivocada estaba. A esta edad, las mujeres son preciosas y han llegado al clímax de su belleza y madurez.Con 40 años se consigue una estabilidad profesional y personal que no se tiene ni a los 20 ni a los 30. Son dueñas de su vida y su destino.Siguen siendo las reinas de los mini-vestidos, la joyería XXL, los tacones infinitos y las cazadoras de cuero.

No sé si os pasará a vosotras, pero últimamente todas las mujeres de 50 que conozco tienen una fuerza y un magnetismo que más quisiera yo con mis 34 añitos. Son altas directivas, empresarias o excelentes amas de casa que han sacado adelante a toda una familia con problemas y desencuentros. Son capaces de solucionar sus problemas y los de los demás, sin perder un ápice de su sofisticación y energía. Los tops de escote halter, los tonos vibrantes como el azul Klein o el oro blanco son sus fieles aliados para lucir perfectas las 24 horas.

Con mimo y cuidados a lo largo de la vida, los 60 pueden ser los mejores años de una mujer. Independizadas, o a punto, del estrés de un puesto profesional o de las alegrías y dificultades que acarrean los hijos, es momento de sacar el máximo partido a la vida, de poder desarrollar y hacer todo aquello que no nos han permitido las responsabilidades y cargas de la vida. Es momento de utilizar los colores más claros y suaves de nuestra paleta cromática, de escoger tejidos finos con movimiento y de sentirse vestida con una sola piza de joyería.

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