Llega el mes de noviembre y con él, el tan esperado Black Friday.

Muchos de vosotros sabréis de que se trata, pero muchos otros no tendréis muy claro en lo que consiste. A lo largo de este post os contaremos su finalidad y tanto sus ventajas como inconvenientes.

El Black Friday, también conocido como viernes negro tiene su origen en los Estados Unidos. Se celebra el viernes después del día de Acción de Gracias y su historia comenzó en los años 60, cuando el comercio minorista estadounidense quería aumentar sus ventas durante las fiestas. El término de Black Friday procede de varias historias. Una de ellas cuenta que el nombre de Black Friday que conocemos hoy en día se comenzó a utilizar a partir de 1961 cuando en Filadelfia un periódico alertaba del caos que se estaba produciendo en las calles debido a las rebajas del día posterior a Acción de Gracias. Otra historia que tiene que ver con el término es la relacionada con el papel de los pequeños comercios, ya que se dice que, tras un año de pérdidas y números rojos, llegaba la época navideña a partir de la cual comenzaban a obtener beneficios, y con ello, números negros. La última historia que tiene que ver con el nombre de este gran acontecimiento y que fue su primer uso fue en relación con una crisis económica, el viernes 24 de septiembre de 1829, donde dos financieros fracasaron y el mercado entró en bancarrota, de ahí lo de viernes negro.

Actualmente el Black Friday consiste en una bajada de precios en los principales comercios minoristas y las grandes cadenas, durante el último viernes del mes de noviembre, coincidiendo con la inauguración de las compras de Navidad. Hoy en día, este acontecimiento se ha expandido mundialmente, participando muchos países en esta iniciativa comercial. Las campañas que realizan las grandes marcas para este día llevan un gran trabajo, el número de trabajadores aumenta durante este periodo y las horas de apertura de los comercios se alargan. Gracias al Black Friday, el volumen de compras ha aumentado tanto 45% en los últimos años. Sólo en 2013, en Estados Unidos se gastaron 57.400 millones de euros.

Las ofertas de este día, que normalmente se suele expandir a todo el fin de semana, van desde un 15% hasta incluso un 70%, ya sea en ropa como muebles, juegos, zapatos, decoración, etc. Esto hace que muchos consumidores, desde comienzos de mes, vayan pensando y reservando las cosas más caras que quieran comprarse para aprovechar en el Black Friday. Otros muchos salen a comprar todo lo que les guste sin remordimiento.

Sin embargo, este concepto también ha creado mucha controversia. Uno de los motivos es el poco control y la poca seguridad que existe para estas fechas. Las grandes promociones y descuentos provocan un estado de locura en los consumidores, muchos de ellos, acabando por adoptar actitudes agresivas, sobre todo en las colas. Cada año suele haber al menos un pequeño altercado que va más allá de las típicas disputas de las rebajas, llegando a haber personas heridas por aplastamiento o ahogamiento.

Otro de los grandes motivos por los que mucha gente evita comprar estos días es porque hay muchos indicios de que el Black Friday acabe siendo una estafa. Con el paso de los años y el crecimiento de este acontecimiento, se dice que las marcas suelen subir los precios de los productos unos días antes del viernes negro para luego dejarlos en su precio original y simular un descuento cuando en realidad la empresa acaba ganando lo mismo.

Otra táctica de las marcas es poner el producto con carteles de oferta cuando realmente el precio no ha sido rebajado en ningún momento.

Otro aspecto a tener en cuenta son las compras online. Es cierto que muchas personas han sido estafadas al comprar productos con excesivos descuentos o directamente en páginas webs que no son seguras por diversos motivos, como el que no les llega el producto, el no poder reclamar ningún aspecto del producto, el acabar con tu cuenta robada, que la página web sea falsa o que acaben robándote tu cuenta bancaria o datos personales a manos de los estafadores online.

Con toda esta información, es imprescindible tener en cuenta que el Black Friday tiene tanto aspectos positivos como negativos y hemos de ser conscientes de todos ellos. Es verdad que es una buena ocasión para comprar productos que suelen tener un precio más elevado, sin embargo, debemos comprar con cabeza y precaución y no a lo loco. Es importante estar informado de dónde compramos, sobre todo en internet, si el lugar es de fiar y si los descuentos son reales. Además, es esencial adoptar actitudes tranquilas y calmadas para evitar cualquier incidente.

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