Cuantas veces nos han regalado o nos hemos comprado un pañuelo maravilloso con la ilusión de ponérnoslo de la misma manera que nuestra actriz o cantante favorita, y cuando hemos llegado a casa, nos hemos dado cuenta que no nos acercamos ni a un ápice a esa realidad soñada. Y no es porque nuestro pañuelo sea más feo o tenga un estampado diferente, simplemente ocurre, que por nuestra morfología no es la forma que más nos favorece.
A la hora de llevar un pañuelo hay que tener factores como la longitud y anchura del cuello, nuestra altura, hombros, color, estampado, caída y la imagen que queramos transmitir en ese momento.
Si tienes un cuello largo y esbelto, estás de enhorabuena ,te puedes poner los pañuelos como quieras; anudados al cuello, colgando, cubriendo los hombros , al estilo sahariano, con lazada…Si no eres muy alta, evita grandes estampados y tejidos pesados como la franela. Te comerían el rostro y lo que queremos es que te veas radiante.
Si tu cuello no es muy largo, tienes mucho pecho o los hombros anchos, opta por los pañuelos y fulares colocados de manera vertical alrededor del cuello, colores de oscuros a medios y estampados relajados. Hay que evitar dar volumen a esa zona. Al colocar el pañuelo de este modo estamos dando verticalidad a la silueta, es decir, la estamos alargando. Ahh y ojo con la altura, si no eres alta, intenta que el pañuelo te llegue como mucho a la cintura y que nunca llegue a zona más ancha de tu cuerpo.
Si tus hombros no son rectos del todo. Decántate por llevarlos cubiertos o de manera anudada en el pecho, para centrar la atención en esa zona y no en los hombros.
Los pañuelos son el complemento perfecto para cualquier look 🙂