Bella a cualquier edad

Cuando somos bebés, la única cremita que necesitamos es bálsamo bebé para que no se nos irrite el culín o como mucho un poco de loción antipiojos, aparte de una tonelada anual de antibióticos por la cantidad de virus en menos de metro cuadrado. Pasan los años y nos vamos preocupando de los granitos, espinillas, los brillos, de ahí pasamos a prevenir los primeros sintomas de envejecimiento, y lo que queda es luchar por llegar lo mejor posible a la meta, sin morir en el intento.

Cada edad tiene su propio ritual de cuidado y belleza:

En la adolescencia lo que más preocupa es la piel grasa. Para ello hay que controlar la ingesta de azúcares y procurar llevar una dieta saludable rica en frutas y verduras. A partir de esta edad es cuando se empieza a prestar atención a la piel con tres ligeros pasos: exfoliante, tónico calmante y una hidratante. La textura y formulación de la crema dependerán del tipo de piel que se tenga. Es muy importante no compartir las brochas a la hora de maquillarse y utilizar bases ligeras y libres de aceite, así como someterse a una limpieza de cutis anual.

A partir de los 20

Tenemos que empezar a prestar atención a los componentes de la cremas y dejarnos de tanto marketing y patentes compradas. Se necesita hidratación con factor de protección, junto con nutrición por la noche, y lo más importante! desmaquillarse sea la hora que sea, se llegue en el estado que se llegue, los restos de maquillaje que se quedan en la piel toda la noche se transforma en grasa para tu piel, aparte de perdida de luminosidad. Una vez más, la alimentación es vital, las cinco raciones de fruta y verdura son obligatorios si quieres llegar bien a la vejez!

A los 30

Ya se nota el paso del tiempo; la piel tarda mucho más en recuperarse de agresiones, comienzan a verse las primeros líneas de expresión, la carita ha perdido volumen, está más chupadíta, si veis una foto vuestra hace 10 años, seguro que sería mucho más redondita que ahora y eso por la cantidad de colágeno que tiene nuestra piel y que se va perdiendo a partir de los 25. Si la piel no ha sufrido grandes estragos de noches eternas o de estres, puede cuidarse con mucho mimo, a través de serums que refuercen el poder del tratamiento. Recomiendo serum concentrado de ácido hialurónico para rellenar pequeñas arrugas, y un concentrado de colágeno para hidratar y evitar la pérdida del óvalo facial. Pantalla total los 365 días del año.

Cóctel de antioxidantes a base de vitamina c, a y e, aparte de coenzima Q10 y resveratrol para una piel jugosa y radiante. Con 40 años es importante exfoliarse una vez a la semana la piel y someterse a un peeling químico para arrastrar las células muertas, y atenuar pequeñas arrugas y manchas del sol. Hay que combair la flalicidez del rostro con cremas efecto tensor. Y repito de nuevo, pantalla total siempre!

A los 50

Comienzan a verse las consecuencias del sol sobre la piel. Es importante añadir a tu tratamiento, un producto aclarante que atenúe las manchas. Es en este momento de nuestra vida cuando la piel pierde capacidad de hidratación y hay que chutar de agua a nuestra piel, no solo ingiriendo 2 litros de agua al día, sino también con cremas muy hidratantes, pero con una formulación más grasa. Si las cremas no crees que son suficientes, siempre se puede acudir a la medicina estética antes de pasar por el quirófano.