Si estás buscando contratar una asesora de imagen en este 2023, que te ayude a proyectar una imagen que realmente esté alienada con tu esencia, con aquello que te hace vibrar, te recomiendo que sigas leyendo  y te invito a un viaje de autoconocimiento a través de la iconología y de la asertividad.

Empecemos por el principio y veamos las diferencias entre dos profesionales de la imagen: el asesor de imagen y el coach en imagen.

El asesor de imagen personal es un mentor. Es decir, es un gran conocedor de los elementos relacionados con la imagen externa que, a partir de un estudio de la imagen inicial de su cliente y de su objetivo de imagen final, realza una propuesta que proyecte los códigos deseados. Más adelante, veremos qué es eso de los códigos.

El asesor de imagen trabaja en áreas como el estilo del cabello, el maquillaje, el vestuario, la comunicación verbal y no verbal, etiqueta o estilo comunicativo, estudio morfológico online o presencial, análisis de los colores que te favorecen, estudio de visagismo. También trabaja como asesor personal de compras o asesor de estilo.

El coach en imagen orienta su actividad desde el presente hacia el futuro. Desde el punto en el que estamos ahora hasta el punto donde queremos estar en el futuro. Por ejemplo, una pregunta típica de coaching es “¿Cómo te imaginas a ti misma dentro de cinco, diez, quince años?”. La respuesta ayuda al coachee a visualizar y a definir su objetivo. El coach acompaña a su coachee en el proceso para conseguir el objetivo deseado mediante el proceso mayéutico, que consiste en realizar preguntas abiertas para llegar a la verdad.

Estas son algunas de las tareas del coach:

  • Definir su objetivo.
  • Aumentar su autoconocimiento.
  • Toma de consciencia.
  • A definir en qué punto está y cuál es su realidad en este momento.
  • A ampliar la perspectiva en relación con su objetivo y a considerar las máximas opciones posibles.
  • A trazar un plan de acción.
  • A considerar los recursos disponibles.
  • A empujar a la acción.

Como podéis observar, ambos profesionales trabajan de la mano; el coach de imagen ayuda a definir un objetivo de imagen, una cualidad, que el asesor de imagen traduce en unos códigos estilísticos.

Aunque no siempre es necesario contratar los servicios de los dos. Dependerá de las necesidades y circunstancias de cada persona.

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